La tinta vuelve a mi, no sin antes sentir el pánico.
¿Sabías que descansar es estar más cerca a la muerte?
Mil cuchillos amenazantes por si no callas.
Me creí perdida en tu mente. Me sentí dentro de tus puños.
No entendía que para ser libre, solo necesitaba callar.
Hacerte caso. Cumplir mi cometido.
Te odio más de lo que me amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario