lunes, 9 de noviembre de 2015

A cada paso un paso. Intento no pisar donde pisaba. Intento ir en otra dirección.

Hoy, sin darme cuenta, fui por el mismo camino que tomaba contigo. Y te sentí, te vi. Justo en ese punto que te convencía de dar una vuelta más. Te sentí. Me daba miedo seguir avanzando, cada paso que daría lo habría dado contigo. Al darme cuenta mi cara estaba inundada de lágrimas. Creo que no ha habido día que no te llore. Quizás uno, lo recuerdo como distante y poco creíble, quizás no pasó.

Cada plato, cada sueño, cada sol. Te encantaría haber sentido el sol que esta saliendo! Solo habrían sido unos días más, unas semanas.

Y volví a recordar ese viejo deseo de infancia. Con cada estrella, cada grulla. Me encuentro deseando en vano, entre lágrimas. Pero estoy mejor. Creo.

Me destruye pensar que pudo haber sido un mundo mejor, pero fue lo mejor que pude darte. Me destruye no creer en cielos o dioses para sentir que volveré a verte. Este es otro camino sin guía y sin amigo. Estoy perdida y aveces escucho lo que parece ser tu respiración, esa que hacías cuando estabas muy cómodo.

Por segundos olvido todo esto. Por segundos pienso que sigues aqui.

No hay comentarios: